Desde pequeño fui todo oídos de los comentarios del Hospital Dr. Dario Contreras sobre sus alarmantes casos y su magnifico trato con que cuidaban a los désencajados pacientes que por desgracia de la vida eran atendidos allá, solo rezaba nunca visitar ese lugar por los casos de lugar.
Pues llego el día, una emergencia de un empleado de un familia que iba hacer atendido allá, al cual desdichadamente acompañaba, penoso el caso.
Es que era tal cual me lo imaginaba, una larguisima y oscura entrada y en una de sus paredes el nombre del centro Dr. Dario Contreras, pintado con aerosol limitada por su estética y su gramática solemne, en cuanto a edificación (su mal estado), su personal (médicos, enfermeras y demás) y los supuestos sobrevivientes (los pacientes).
Es que vi una familia que anduvo todo el hospital una y otra vez con su paciente a rastro sobre una camilla con ruedas muy toscas, un colchón que mejor ni describirlo, todos sus lados de metal oxidados y de pedestal una de las personas que le acompañaban con suero en mano alzada, aun mas penoso y deprimente era el caso.
Una ambulancia del año 1 A.c, hacía su entrada, en medio de una gran nube de humo comenzó la discusión entre la supervisora del centro y chófer del vehículo, a ver que suertudo corre su riesgo ahora, dé jugarse la vida en aquel lugar. A la verdad es que en mi mente no cabía tanta penuria.
- No creo, por el estado de la ambulancia, que haya una persona allí dentro.
- " No mi hermano, uno no, sino dos casos, que a lo mejor ni vivan ya ". Me dijo el camillero.
La discusión tomaba lugar, por las siguientes razones, me dejaron anonadado:
• ambos pacientes eran trasladados de la parte sur de nuestro país (San José de Ocoa).
• la ambulancia no fue avisada en el centro especializado de casos interplanetarios (por Dios es el área de emergencía, y valga la redundancia es una jodida emergencia).
• uno de los pacientes presentaba múltiples heridas que de vivir fuese un héroe.
• el segundo paciente presentaba un hernia discal que solo era atentida los jueves, ya que el Doctor especialista solo iba el día mencionado (suerte mi hermano).
• y por ultimo, referente al primer paciente según el camillero: " les dejo ese, la familia de él apartir de ahora son ustedes, ojalá y viva ".
No fue ese, sino el sin numero de cosas y situaciones que viví allí, casos que en mi vida vi, ya no solo eran comentarios eran vivencias, lo que el pobre pasa y de lo que el ojo humano puede alcanzar a ver. Espero nunca volver allá, ni como paciente (Dios me libre) ni mucho menos como visitante o acompañante.
La sala de espera, era la crazy housé, como en las películas, no, como en ningún lado; la recepción desocupada, dos discapacitados mentales moribundos nómadas (aquí le llamamos locos) durmiendo en el suelo, mas heridos que personas esperándoles y lo que más me llamo la atención, un mercado instalado en el lugar.
Tras la larga espera, nos fuimos de aquel hospital, me marché con un millón de preguntas que buscarle sus respectivas repuestas era algo absurdo, al mismo tiempo se marchaba la familia de cual le hable al principio, el paciente con el mismo estado y la desesperante situación que embargaba esa ocasional familia (Dios le guarde), por seguridad de los pacientes estaba bien militarizado, sin ganas de volver y ni pensar reconmedar a nadie que visite por emergencia u otra razón dicho centro, si por casualidad de la vida soy interrumpido por un accidente (que Dios no lo quiera) déjeme morir en la calle y no ese lugar.
Pero, es nuestro país, nuestro sistema, así vivimos y es nuestro comportamiento, a sus pacientes les deseo suerte, a ustedes gracias por leer, me imagino que quien conozca el caso o lo que ya han estado allá argumente mas que yo, página negra señores. República Dominicana Inagotable.
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