Señor presidente le escribo esta carta del frente de guerra, le expreso mi fidelidad como el fiel ciudadano que lucha incansablemente por la patria atropellada y el bienestar de los suyos, si mi vida se pierde en esta trifulca masiva, le recuerdo que es en honor a mi tierra, bañar con mi sangre y asi vestir a esta grama de verde a rojiza, el fin es lograr una victoria absoluta.
Usted mismo lo dijo, señor presidente, usted mismo me puso, que si cruzan la valla dispararle al intruso, no se trata balas ni tampoco homicidios, es una guerra de hambre por la cual yo lucho.
Estamos harto de abusos, señor presidente y usted no manda refuerzos pedimos justicia, pedimos justicia, señor presidente no tenemos mas armas, pronto lo que aun estamos de pie nos consumiremos dentro de una gruta.
Señor mandatario, la lucha emprendida nada me asegura, no e izado blanca bandera porque de pensarlo me asusta, señor yo quiero un cambio verdadero, por eso camino distint; disculpe si insisto usted pidió pelear y apoyar a su causa, usted cumplá su parte, que el pueblo le confia su apoyo.
La carta conlleva tres manchas simbólicas que entorpecen su estética, no me tilde y disculpe si le importa mucho la belleza; una que distorsiona su cuerpo, señor fue sudor de mi frente, fruto de mi arduo trabajo, la segunda churrete donde pongo mi firma, le confieso que lloré al escribirla y por ultimo si se fija, en el dorso esta una mancha sangrienta, al final, me reventaron los cayos, señor, usted también le llama firmeza.
En sus manos le dejo esta carta informal, le juro y le juro que si dispone del trato, que usted mismo ofrece, este pelotón llamado pueblo no le puede fallar, me despido feliz y confió en usted , le recuerdo que escaseamos de tiempo, de los campos ya se alejo la esperanza y el intruso que lo compra barato, de ganar tiene sed.
Muy atentamente: Un Soldado En Batalla.
Mark Rojas.-fly ideas
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